viernes, 13 de junio de 2014

PEÑAGOLOSA


Supongo que ha llegado el momento de poner por escrito el fracaso el pasado sábado en el Gigante de Piedra en Peñagolosa.
Quizá llame de antemano la antecion la palabra fracaso. Pero asi lo siento.
Son muchas las líneas de salida en las que he estado, y en las que estaré.
Y siempre con el objetivo de acabar y hacerlo lo mejor posible.
Nunca me he planteado ir a hacer un trozo, ir a retirarme en un kilometro determinado…
Siempre hasta el final.
Y si no he podido cruzar la meta, siempre ha sido dándolo todo. Arriesgando la salud. Pasando la línea de lo saludable e ignorando a los médicos.
Por eso, para mi, no cruzar la meta de Peñagolosa el sábado, fue un fracaso. Porque yo iba a acabar. Y no pudo ser.
Más allá de esto, no pasa nada.
El año que viene lo volveré a intentar y entre medias, más objetivos divertidos.  A disfrutar.
A pasar por quirofano par ael pie, y a intentar sumas mas Im...

No recuerdo qué mes era. Quiza diciembre o enero, cuando mi amigo me dijo que si íbamos…
Ya sonaba duro sin apenas saber de qué iba… 200km de btt con casi 7000m de desnivel positivo? Mola! Vamos…
Y transcurrió el invierno. Duro en la zona que vivimos de montaña. Lluvia, frio, granizo, nieve.
Intentando meter kilómetros… buscando desnivel que se parezca a eso que vemos en la información de la prueba. Pero no sale.
Por más que subo todas las pendientes de mi zona, que alargo kilómetros, no sale nada parecido.
Comentamos: ufff… madre mia lo que será aquello. Y sigo peleando con la lluvia y el frio.
Salgo con mochila llena de ropa para ir cambiándome a lo largo del dia. Chubasqueros, caquetas secas, camisetas técnicas, guantes de repuesto. Pero siempre pasando frio. Paradas a cafes y caldos. Paradas a engrasar la cadena incluso con aceite de oliva en un restaurante… demasiado barro.
Ilusion por la prueba.
En un principio, íbamos mi compi y yo como pareja, pero me cambio a individual para poder optar a pódium femenino.
Dificil decisión, pero sobran explicaciones a mi compi que lo entiende todo sin hablar.
Sigue el invierno. Siguen salidas kilométricas.
Pasan sabados y domingos en los que llego a casa a las siete u ocho de la tarde tras mas de 100kilometros de btt.

Alterno con la de carretera para meter kilómetros y puertos cuando no hace frio.
Salidas de 150, 160 km con 5 puertos. Me encuentro fenomenal.
Voy cogiendo forma.
Llevo lesionada del pie mas de un año. Sin poder competir en lo que mas me gusta, el triatlón.  Se avecina un paso por quirófano para intentar volver a mis ironman, y entre medias encuentro este respiro de aire puro para poder ponerme un dorsal y disfrutar.
No lo tomo como una competición, sino como una nueva experiencia.
Soy totalmente nueva en el mundo de la bici de montaña. Nueva y miedosa. Por lo que, la ventaja que me pueden dar mis piernas, la pierdo en la parte técnica.
Pero no me preocupa.
Solo llego a preocuparme, tras una visita en mayo a reconocer el circuito y ver la primera parte de 17km bastante técnica.
Llego a decidir no acudir, pues no paso ni el tiempo de corte en esa parte.
Paso unos días rumiando. Con una parte de mi diciendo que tengo que ir, que tengo que intentarlo. Que no siempre hay que jugar en terreno conocido. Ruth: vete e inténtalo.
Y asi hago.
Sigo metiendo kilómetros. Sigo disfrutando de la bici. Puertos y puertos en carretera, y subidas con la de montaña. No he dejado pico sin subir varias veces.
Aunque se que no llega a lo que me espera allí.

Y se va acercando la fecha… y se que va a ser duro. Pero cada vez me apetece mas.

Decido hacer los primeros 17 kilometros (hasta el primer punto de corte) con las salomon, sin calas. Para sentirme libre de andar y sacar el pie.  Cuando en mayo hice esa parte, acabe llena de heridas de andar, y no puedo permitirme eso el dia que hay 200km por delante.



Javito, de ahora en adelante el gran utillero, me tendrá preparadas las zapatillas de la bici en el primer control.

A las 4 am en pie, desayuno y a Alcora.

Emociones a las 6am en la línea de salida. Abrazo con mi compi. A los dos nos espera un dia duro y lo sabemos.

Me coloco en ultima fila. No quiero golpes ni nada. Se que comienza el tramo técnico en 2kilometros, y no quiero molestar a nadie.
Y asi sucede, llega la senda, llena de piedras y todos caminamos, yo mas que otros. Me esfuerzo como nunca por pedalear lo máximo y no bajarme, y creo que algo conseguí.
Me pasan las dos chicas (eramos tres). Pienso que qué rabia, que pierdo tiempo por ser tan miedosa…
Llego al primer control con tiempo de sobra y me cambio las zapas. A seguir.
Sigue habiendo tramos técnicos, pero poco a poco desaparecen.
En breve sale el sol, sobre las 8 de la mañana ya me tuve que poner las gafas de sol.
Mis sensaciones son buenísimas. Me encuentro bien y estoy disfrutando muchísimo.
Me caigo en una zarza. Muy aparatoso, mucha sangre, pero no me duele.
Lo que si me mina, es la dichosa regla. Tengo una hemorragia considerable. Y al margen de que sea incomodo parasarse asi el dia en una bici, me debilita. Pero me encuentro bien pese a eso.
Como y bebo, como y bebo. Voy pasando avituallamientos. El gran utillero me repone agua para que yo no pierda tiempo. Cojo un bocadillito de atun y sigo sin apenas parar.
Y llegan zonas mas ciclabes. Paso a la segunda chica, que va a un ritmo muy constante. Me encuentro genial.
Y se me vienen a la cabeza y al cuerpo esas indescriptibles sensaciones de sufrir en carrera. 





Pedales y mas pedales. Consciente en todo momento de kilómetros, avituallamientos, comida y bebida.
Recuerdo una larga subida llena de piedras interminable, y mi voz retumbando en mi cabeza: “van a acabar con nosotros”. Me sentía como un preso camino al paredón. Fue enterna.

Llego a Puertomingalvo, ecuador de carrera kilométrico, que no real. 
Alli como una ensalada de pasta, me encuentro bien.  Paro lo justo, para comer la ensalada y un vaso de isotónico y sigo.
Voy preocupada por mi compi. Le adelanté hace unas horas y no me siguió, lo cual indica que algo pasa, porque se que si no, se viene conmigo. Pregunto constantemente al gran utillero. En puertomingalvo no tiene claro si sigue en carrera. Me preocupo.
Salgo del avituallamiento y de nuevo subidas y subidas.
Luego una bajada.
Empiezo a no encontrarme bien. Siento que los dedos de las manos se me juntan, rigidos y sin control. Y me empiezan a doler muchísimo las plantas de los pies.
Me pongo de pie en la bajada intentando modificar la postura de los pies. Pero el dolor es insoportable. Se me empieza a agitar la respiración. Anaerobica total, aunque el ritmo no lo era. Se me taponan los oídos y solo me escucho respirar muy rápido y muy fuerte.
No soporto el dolor de las plantas de los pies. Lloro mientras bajo.
Acaba la bajada y me cuesta dar pedales. Subo piñones, llevo plato pequeño, pero me cuesta.
Sigo… pero me encuentro fatal.
Me empiezan calambres en el abductor izquierdo.
Los pies están totalmente acalambrados y los dedos de la mano tienes vida propia.
Piel de gallina.
Respiracion jadeante al máximo. Oidos taponados.
Me ha dado un golpe de calor. Son las 15, 16h aproximadamente. Mas tarde me enteré que el termómetro marcaba 38 grados.
Llevo 10h de prueba y voy camino al siguiente avituallamiento en el kilometro 121. Soy incapaz de dar un pedal, ni suquiera en un hipotetico llano. 
Me tengo que parar, me mareo y soy incapaz de bajar a la primera de la bici porque no puedo mover la pierna izquierda. Al final la saco, y pueod avanzar a una sombra andando.
Me encuentro fatal.
Pasa la tercera chica, se para conmigo, le insisto que siga pero no quiere dejarme asi. Me acompaña hasta el siguiente avituallamiento (gracias Sonia, dice mucho de ti).
Llego al avituallamiento pensando en que me pongan suero en vena para hidratar rápido. Pero la enfermera me dice que tarda 20 minutos en pasar toda la bolsa y que solo es medio litro. Asi que, para no “perder” 20 minutos, decido beber coca cola e isotónico. Me tiro en una silla a la sombra. El gran utilero me coje las piernas y me las frota de hielo. Una chica me frota de hielo el cuello.
Sigo respirando a tope y me dicen que no salga.
Se que no puedo. Faltan 75km. Imposible. Pero salgo. Tengo que intentarlo.
Salgo y a los 10 minutos estoy andando, y a los pocos pasos, sentada en el suelo.
Pasan dos chicos y uno me dice que me levante, que no puedo quedarme ahí.
NO PUEDO.
Gesticulo que no puedo, no puedo hablar. LA respiración no me deja hablar.
Me dice que me lleva él la bici, que yo intente andar detrás de él.
Asi lo hago. Me arrastro cada vez mas lejos de él. Me es imposible caminar. Estoy exhausta.
Le digo con gestos que siga, por favor, que yo ya veré cómo llego. Pero no quiere dejarme allí.
Asi camino no se cuanto tiempo, no tengo nociones temporales de todo este rato.
Me dice que me lleva la bici hasta que se acabe el puerto y que luego me monte y me deje caer. Le hago gestos de que no puedo subirme a la bici…
Y asi es, llegamos arriba y ellos dos ya se montan , y yo cojo la bici y camino cuesta abajo.
Lo único bueno de este momento es que me adelanta mi compi. Esta ahí!!!! BIEN!!! Sigue!!! Sigue! Que tu acabas!
Y se va dando pedales. Ole! Como me alegro.
Yo sigo andando. Buscando posturas… no se como coger el manillar, apoyo la cabeza en el… la quito…
Y no avanzo…. Y tengo que llegar al kilometro 141 que esta el siguiente avituallamiento.
Tengo claro que ahí sera mi abandono. No puedo mas. Estoy KO.
A 3 km del avituallamiento aparece el gran utillero, metiendo el coche como podía por el camino en mi busca.
Me abraza. Lloro y al coche.
FIN.
Ambulancia, toma de constantes vitales, y limpieza de herida…
A beber y a comer.
Ahora todas mis fuerza están con mi compi que esta acabando como un GIGANTE.
A la una de la mañana le esperamos su mujer, hijas, Javito y yo en la meta en Alcora.
FELICIDADES!
El año que viene volveremos y triunfaremos a lo grande. 

Me voy con una experiencia preciosa. y un camino hasta ella lleno de buenos momentos. 

De momento ya se nos están ocurriendo ideas para ir abriendo boca.

Enhorabuena a todos los finishers. Sois enormes.
Enhorabuena a las dos chicas que finalizaron . Lo hicisteis genial Aida y Sonia.
Enhorabuena a Manoll, buena organización y durísima carrera que me ha enganchado.
Gracias a toda mi gente que estaba pendiente. Gracias por seguir cada hora y gracias por los abrazos.
Volveré.









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